SEMANA SANTA EN
CASTIL DE CAMPOS
Máximo Ruiz-Burruecos Sánchez
A golpe de cal y pintura, y entre olor a pestiños, empanadillas, roscos y magdalenas, comienzan los preparativos de la Semana Mayor en Castil de Campos. Una Semana Santa familiar y sencilla, que tiene su origen en los años cuarenta del pasado siglo, pero sentída y vivida por gran parte de los campeños de aquí y de allá, con el fervor y la devoción que estas celebraciones reclaman.
Para una población que ronda los ochocientos habitantes, con los actos litúrgicos que se programan y las cinco procesiones que salen, podemos decir que la pasión, muerte y resurrección de Jesús está mas que de sobra conmemorada.
Sin embargo, no siempre fue así. Con anterioridad a los años cuarenta, los campeños que querían celebrar la Semana Santa, tenían que desplazarse a la vecina población de Fuente Tójar, ya que en Castil de Campos todavía no se organizaban desfiles procesionales. Según me comenta Alejandra Molina, durante estos días, y como los bares del pueblo en señal de luto cerraban, los vecinos de Castil de Campos se dedicaban a jugar al tejo, consistente en lanzar tejos y perras gordas (monedas) sobre unos hoyos previamente hechos en el suelo, o a dar largos paseos hacia los lugares mas pintorescos del entorno, como la Casería del Habanero, en las inmediaciones del Poleo y las Higueras, o la Casería de Don Niceto ("La Ginesa"), próxima a la carretera de Las Quintas, donde también acudían vecinos del Cañuelo y Fuente Tójar, para disfrutar de sus jardines, sentarse en sus poyetes, o ver los gansos, pavos reales y otras aves raras, que por allí deambulaban
El primer desfile pasional que se realizó en Castil de Campos, fue para recibir y trasladar la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, desde la carretera de Las Quintas por la que hizo entrada, hasta la que iba a ser su Iglesia, la Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario. Procedente de Córdoba en un camión, llegó a Campos bien custodiada y sujeta por algunos vecinos del pueblo entre los que se encontraban Ricardo Osuna, Manuel Jiménez, Francisco Perálvarez y Felipe Perálvarez. Se trata de una imagen de vestir, hecha en 1940 a tamaño natural, en madera de pino macizo, obra del prestigioso imaginero valenciano -con taller en Córdoba- Amadeo Ruiz Olmos (ver nota a pie de página sobre este imaginero).
Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores .
Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos.
La Semana Santa de Castil de Campos en la actualidad comienza los días previos con una serie de cultos y actos religiosos consistentes en triduos, misas y besamanos, anunciadores del primer paso procesional que hace su salida al anochecer del Viernes de Dolores. Se trata de un Via Crucis, en el que se porta una imagen de tamaño natural de Jesús Crucificado, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte acompañado por la Virgen de la Soledad, para recordar los pasos que dio el Redentor en su subida al Calvario. Este Camino de la Cruz discurre por las calles Plaza del Rosario, Carrera, San Antón, La Fuente y Plaza del Rosario, haciendo estación de penitencia en las distintas cruces iluminadas por candiles que se colocan en su recorrido, lo que le da un toque de misterio y originalidad.
El Domingo de Ramos por la mañana se procesiona en un corto recorrido, que antes discurría por la Plaza del Rosario y ahora lo hace por la calle Carrera, una pequeña imagen de Jesús montado en una borriquilla. Se trata de una imagen de tamaño menor al natural -igual que la del Resucitado-, llevada por niños, y a la que acompañan fieles portando palmas y ramos de olivo, y algunos niños vestidos de hebreos con turbantes y túnicas blancas. Con esta procesión y la misa oficiada a continuación se conmemora la entrada del Señor en Jerusalén.
Tras el Domingo de Ramos y alternando el potaje de habichuelas blancas, con el bacalao y las albóndigas de Semana Santa, la actividad religiosa permanece latente hasta la tarde-noche del Jueves Santo, en el que tienen lugar los Santos Oficios y la Hora Santa, como antesala del Viernes Santo, Día Mayor de la Semana Santa Campeña.
Durante el Viernes Santo hacen estación de penitencia dos pasos procesionales. Por la mañana, Ntro. Padre Jesús Nazareno en su subida al Calvario, y por la noche, el Santo Entierro. A las 11 de la mañana sale de la Parroquia de Ntra. Sra. del Rosario sobre unas sencillas andas de madera tallada, la imagen de Jesús Nazareno, precedida por algunos penitentes vestidos con hábito morado, fajín y capirote blanco.
Semana Santa 2006. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos.
A continuación, sobre un trono finamente cincelado y ricamente decorado, de metal plateado y dorado, procedente de los talleres de orfebrería Angulo de Lucena, lo hace María Santísima de los Dolores. Imagen que acompaña al Nazareno durante todo su recorrido, a excepción de un pequeño tramo por la calle Fuente Tójar en el que se procesiona sola, hasta que sale a su encuentro en la calle Horno. Siendo este, uno de los momentos mas emotivos de la Semana Santa Campeña, ya que los costaleros acercan e inclinan las andas para que la desconsolada Madre despida a su martirizado Hijo, antes de subir al Calvario.
"Encuentro de Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima
de los Dolores". Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Tras "El Encuentro", la procesión discurre por las calles Priego y Lora camino de la Erilla por donde aligera el paso antes de llegar al Calvario. Una vez en lo alto, los niños levantan sus hornazos (figurillas hechas con masa de harina y huevo dentro, cocidas al horno y de distintas formas), para que Nuestro Padre Jesús Nazareno imparta la bendición con su brazo articulado, mediante un mecanismo hábilmente manejado por Domingo Galera, actual Hermano Mayor de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno. Cuando era párroco de Castil de Campos, Don Antonio Aranda Higueras, este era el momento elegido para dirigir unas palabras a los feligreses con megáfono en mano, ahora sin embargo, las procesiones salen incluso sin representación eclesiástica. Acto seguido, la procesión inicia el descenso por las calles Torre, San Antón y Carrera, hasta que se encierra en la Iglesia entre Vivas al Nazareno y a la Dolorosa.
Bendición de los hornazos en el Calvario. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Semana Santa 2006. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos.
Hace unos años era frecuente que el cortejo procesional se cerrara con algunos fieles de penitencia. Yo recuerdo haber visto en Castil de Campos penitentes haciendo el recorrido descalzos, de rodillas e incluso con una cruz de madera a cuestas, lo que impresiona bastante. Pero estas mandas, que se hacían para cumplir una promesa o como agradecimiento a la Virgen o a su Hijo, prácticamente han desaparecido.
Ntro. Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores momentos antes de encerrarse, mientras la Banda de Música de Castil de Campos toca el himno nacional. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
El Viernes Santo concluye con la salida del Santo Entierro, que si no llueve -como ha ocurrido este año- lo hace sobre las 10 de la noche. Durante el mismo se procesiona una imagen de Cristo yacente dentro de una urna de cristal sobre unas andas de madera tallada que se estrenaron en 2005. Acompañan a Cristo yacente, la Virgen de los Dolores, filas de penitentes con velas encendidas y algunas mujeres vestidas con mantilla y traje negro, en señal de luto por la muerte de Cristo. El recorrido tradicional de esta procesión discurre por las calles Plaza del Rosario, Fuente Tójar, Priego, Horno, Plaza del Rosario, La Fuente, Arco, Torre, San Antón, Carrera y Plaza del Rosario, siendo frecuente durante el mismo, que algún cantaor o cantaora entone alguna desgarradora y amarga saeta. Juanico el de Ramona, Gloria Jurado o Antonio Bermúdez (el Chato), han sido algunos de los cantaores que han arrancado el aplauso del cortejo procesional.
Entierro de Cristo (2005). Foto: Máximo Ruiz-Burruecos.
Antes, los pasos procesionales se mecían por las calles del pueblo al toque de algunas cornetas y tambores, pero desde hace unos años tenemos la suerte de que lo hagan al son de la Banda de Música de Castil de Campos, que interpreta diferentes marchas procesionales según los pasos.
La Semana Santa en Castil de Campos finaliza -como en casi todos los pueblos de Andalucía y España-, el Domingo de Resurrección con la procesión de Nuestro Padre Jesús Resucitado. Paso en el que se procesionan dos pequeñas imágenes de tamaño menor al natural, una del Resucitado y otra de la Virgen, sobre unas pequeñas andas de madera a hombros de costaleras. Esta procesión aunque no tiene itinerario fijo, suele discurrir por el mismo recorrido del Via Crucis pero en sentido inverso.
En definitiva y como decíamos al principio, una Semana Santa sencilla, familiar y bonita, en la que se disfruta de la primavera, en la que no falta casi de nada, y a la que no suele faltar casi nadie.
Castil de Campos, Abril de 2006.
Nota: Amadeo Ruiz Olmos es autor de obras tan conocidas en Córdoba como la Estatua de Maimónides (máxima figura del pensamiento judio cordobés) o el Mausoleo del torero Manolete, y ha alcanzado fama en la imaginería religiosa andaluza del siglo XX. Siendo algunas de sus imágenes mas destacadas: Jesús Preso y el Cristo del Amor de Montilla, Jesús atado a la columna de Baeza, Ecce Homo de Úbeda, María Santísima de los Dolores de Puente Genil,... y la imagen de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Castil de Campos.
Penitente coloreado en el cole por
Ana Ruiz-Burruecos González
Penitente coloreado en el cole por
Javier Ruiz-Burruecos González
Camposweb2001
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