Abrevadero del Pozo Rey - Febrero 2009 - Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
En la Colada de Castil de Campos a Priego
Zarzamora del arroyo de Los Zarzales (el barranco)
Septiembre de 2007.
Narcisos de la Hambrona y de la "Cañá La Calera"
Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Lirios y otras flores silvestres que se pueden encontrar en las Sierras de Castil de
Campos dependiendo de la época del año. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Almendro en flor, marzo 2007
Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Abrevadero del Pozo del Rey. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Aunque Castil de Campos no pertenece al Parque Natural de las Sierras Subbéticas, está inmerso en la Subbética Cordobesa, compartiendo con ella su riqueza natural y paisajística, así como su carácter agreste y serrano.
Abrevadero del Pozo del Rey. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Castil de Campos se extiende a los pies del cerro de la Torre Serbal, en las estribaciones septentrionales de la Sierra de los Judíos, Sierra que a modo de islote aflora entre ese verde mar de olivos que inunda toda la depresión de Priego-Alcaudete.
Vista de Castil de Campos desde las Cabezas con el macizo de la Horconera al fondo.
Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Desde el punto de vista geológico, estas tierras se fueron gestando en el mesozoico (Era Secundaria), cuando todavía esta comarca se encontraba sumergida, albergando gran variedad de especies marinas de las que tenemos constancia a través de los numerosos fósiles que abundan por las inmediaciones. Pero será en el Cenozoico (Era Terciaria), durante la orogenia alpina, cuando estas tierras emerjan dando lugar a las Sierras Subbéticas.
Castil de Campos nevado. Foto: Antonio Urbano
En las Sierras de Castil de Campos afloran, al igual que en todo el relieve subbético, gran cantidad de calizas que han dado lugar a las típicas formaciones kársticas originadas por la disolución de la roca caliza al contacto con el agua. Como muestra de estas formaciones podemos citar, los lapiaces de la Sierra de los Judíos, la sima de la Cueva de los Mármoles o la dolina de Cueva Honda. Esta última, de estructura casi circular, se sitúa en el borde de otra mucho mayor y rectangular, que hace unos ochenta años, solía inundarse dando lugar a la Laguna de Cueva Honda, razón por la cual, estos terrenos han permanecido hasta hace poco sin olivos. Otra laguna de la que se tienen noticias, hoy también desaparecida, es la Laguna de los Prados, que recogía las aguas procedentes del cerro de la Torre Serbal y del cerro de las Cabezas, y desaguaba por el Cañuelo.
Barrio del Otro Ejido. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Encinas de gran porte entre olivares, próximas a Castil de Campos.
Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Relacionadas con las filtraciones de agua a través de la roca caliza, están las fuentes y abrevaderos que desde tiempo inmemorial han surtido de agua a los pobladores de Castil de Campos, como la Fuente de los Chirimeros o Chimereos, la Fuente del Otro Ejido y el Abrevadero del Pozo del Rey.
Primera ruta senderista en Castil de Campos. Avituallamiento en el
abrevadero del Pozo Rey. Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
Durante la temporada de lluvias, estas fuentes y los arroyos cercanos nutren de agua por la zona oriental a la cuenca del río Caicena, que vierte sus aguas en el río San Juan, y por la zona occidental a la cuenca del río Salado; confluyendo ambas vertientes en el río Guadajoz, afluente del Guadalquivir.
Cueva de Custodio Burgos en el Llano de la Virgen.
Foto: Máximo Ruiz-Burruecos
De especial interés natural y paisajístico es el cerro de la Torre Serbal, en el que se encuentra la Ermita, el monolito al Corazón de Jesús y el Mirador de Castil de Campos. Desde esta atalaya natural se puede contemplar una amplia panorámica de las provincias de Jaén, Córdoba y Granada, avistándose incluso en días claros, Sierra Nevada. Este paraje ofrece al visitante numerosos atractivos. Desde cuevas naturales y curiosas formaciones rocosas modeladas por el viento y el agua, como "Las Cuevas" o "La Hoya de los Peñones", en cuyas oquedales anidan algunas rapaces ibéricas de la familia de los halcones, como los Cernícalos; hasta las enigmáticas y pintorescas cuevas artificiales, construidas por los lugareños aprovechando los numerosos majanos que abundan por la zona. Este es el caso por ejemplo de la Cueva de Alberto, la de Custodio Burgos o las de José Moral.
Cueva de Alberto en la Torre Serbal (Nevada 2006). Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Por lo que a la vegetación respecta, a nuestro paso saldrán infinidad de árboles, arbustos, plantas comestibles y flores silvestres, que nos embriagarán y sorprenderán con su gran variedad de especies, olores y colores: el olivo, el chaparro, el almendro, la higuera, el granado, el cerezo, la noguera, el membrillo..., el acerolo, la aulaga, la gayomba, el zumaque, el espino majuelo, el selvo, la parra..., el tomillo, el romero, el hinojo, el esparto, la estepa..., las collejas, las romanzas, la alhucema, el culantro, la chicoria, las lenguazas, el cardillo, las cerrajas, las tetas de vaca..., los lirios, los narcisos, las rosas silvestres, las peonías...
Peonías de la Cañada La Calera, conocidas en Castil de Campos
como la Flor del Diablo o la Rosa Maldita. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Distintas variedades de setas que se pueden ver durante el mes de noviembre en el pinar de Manuel Perálvarez Ortiz,
próximo al casco urbano de Castil de Campos. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Mayo 2006 en Castil de Campos. Fotos: Máximo Ruiz-Burruecos
Camposweb2001
Página Web de Castil de Campos - http://www.castildecampos.webcindario.com - Máximo Ruiz-Burruecos Sánchez
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